¡Señoras, señores! Por favor, tomen asiento. Muchas gracias por venir a mi posada, alrededor de mi hoguera. Son pocas las paradas que hago, ya que Lúcido es un mundo que posee vida, que crece y se extiende mientras estamos aquí sentados. Pero no quiero que vuestro viaje sea en balde. Pedid algo de beber y de comer, y acomodaos en vuestros asientos. Las historias que aquí os contaré serán el testimonio narrativo de lo que mis ojos han visto, mis manos tocado y mis oídos escuchado.
Bienvenidos a Lúcido

Si vas a leer Lúcido...

Si tenéis en vuestros e-readers o dispositivos electrónicos el libro de "Bienvenidos a Lúcido", me gustaría deciros unas cuantas cosas. 

Lo primero: gracias. Lúcido fue un proyecto cuya creación duró más de un año, y el hecho de que tú estés interesado en leerlo es lo que a mi me hace continuar escribiendo y formando esta historia. 

Lúcido es extraño: para leer este libro debe seguir una de las frases que escuché en mi pasado y que, opino, tienen toda la razón: 

Cuando lees un libro, el lector tiene que creerse, con su inocencia más pura, todo lo que el escritor esté contando

Así que os animo a eso, a creeros la historia que vais a leer. Por otro lado, esta novela fue escrita con la intención de que todo se fuera desvelando poco a poco, y que la novela se viera con otra visión cuando se conozca el final, entendiendo muchas cosas del libro que, en un principio - y si le buscas el sentido - quizás no lo encuentras. ¿Consejo? Lo que he dicho antes: lee el libro con inocencia, sin esperar que se desvelen las cosas. Disfruta de Lúcido, ya lo irás entendiendo. 

Y si te gusta, recomiéndalo, escribeme para comentarme los aspectos a mejorar y que te hayan gustado y no sé, animate a continuar el mundo de Lúcido. 

¡BIENVENIDOS A LÚCIDO!

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